Un medicamento de uso frecuente durante la década de los 70, los supositorios de glicerina. Fueron el medicamento estrella, por lo que es difícil encontrar a alguien que no haya recibido alguno. Es ideal para bebés ya que se evitaban situaciones en las no traga bien medicamento o lo vomita.
Conoce un poco más acerca de este útil fármaco. Además, aprende la importancia de su uso en los niños. Esto y más en el siguiente apartado.
Índice
¿Qué son los supositorios de glicerina?
Son medicamentos con efectos laxantes, muy útiles en casos de estreñimiento ocasional, ayudando así a estimular la defecación. Esto debido a que es capaz de atraer el agua en la zona aplicada aplicado, haciendo que el volumen fecal. Así mismo ocasiona un efecto irritante y ligero sobre los intestinos, el peristaltismo.
Del mismo modo ejerce cierto efecto lubricante, por lo que de manera positiva ayuda a la expulsión de las heces. Y pueden ser usados no solo en niños pequeños sino también en bebés lactantes.
¿En qué momento se deben utilizar los supositorios?
Es recomendado la administración de supositorios en niños siempre que sea bajo la prescripción del pediátrica. Es cierto que, hoy en día, aunque es sencillo encontrar supositorios en cualquier farmacia, es poco utilizado por los facultativos.
Sin embargo, cuando los recetan, lo hacen para el tratamiento del estreñimiento infantil. Ya que posee un excelente poder para estimular la defecación y en especial sus características lubricantes
En condiciones normales, es posible que los bebés dejen de evacuar durante algunos días. Siendo frecuente sobre todo en aquellos niños alimentados con fórmula. Debido a que este tipo de alimentos puede aumentar la consistencia de las heces.
¿Cómo colocarlo correctamente?
- Primeramente, es importante lavarse bien las manos con jabón y agua caliente.
- En caso de observar as que el supositorio de glicerina es muy blando, se aconseja refrigerarlo un poco durante 30 minutos antes de retirar el envoltorio.
- Quita el envoltorio con cuidado.
- El niño deberá acostarse de costado, con la parte inferior de la pierna enderezada y el muslo flexionado, el cual debe dirigirse hacia el estómago.
- Procede a Introducir el supositorio en el recto del bebé con la ayuda de tu dedo. Esto siempre en dirección al ombligo. Es importante que introduzcas el supositorio por el extremo plano, en lugar de por el extremo afilado.
- Luego de estar insertado el supositorio mantén las nalgas del niño unidas durante algunos segundos.
- Finalmente lávate las manos de nuevo.
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