¿Te enfrentas diariamente a un niño contestón, que no calla cuando algo no le parece bien?, ¿Tienes un niño que se frustra fácilmente y que expresa su enojo de forma inmediata a través del uso de protestas, insultos o amenazas?
Si la respuesta a alguna de las preguntas anteriores es un sí rotundo, sigue leyendo, pues en este post te enseñaremos todo lo que necesitas saber sobre un niño contestón.
Índice
¿Cuan malo es realmente tener un niño contestón?
Debemos ser capaces de enseñar y educar a nuestros niños a través de consejos y ordenes, pues nuestros pequeños aún no comprenden la complejidad de la vida.
Sin embargo, tampoco queremos un niño que no sea capaz de defenderse de la sumisión. Por ello es importante conocer el origen de las pataletas y riñas de nuestros niños, para saber cual es la manera en la que debemos guiarlos.
El que sea un niño contestón significa que no es capaz de expresar sus sentimientos de la forma adecuada. Esto le podría traer problemas en el futuro, ya que durante toda su vida tendrá que relacionarse con las personas y tendrá que ser capaz de expresarles cómo se siente.
¿Qué hay detrás de la contesta?
No nos alarmemos, son varias las etapas en las cuales los niños tienden a protestar por todo. La primera es la etapa del “no quiero”, que suele presentarse alrededor de los 2 años.
Durante estas fases de rabietas debes saber manejar la situación, buscar empatizar con tu pequeño y al mismo tiempo no ceder ante sus caprichos, para así evitar los famosos “berrinches”.
No olvidemos que es normal que un niño tenga este tipo de rabietas, es más, deben tenerlas. Pues estas van a formar parte de su correcto desarrollo.
Normalmente estas rabietas esconden algo detrás, es decir, puede ser su forma de expresar enojo, frustración, miedo, puede sentirse herido o incluso puede estar imitando a alguien más.
¿Cómo debemos actuar ante una contesta?
Cuando el niño comienza a hablar, ya es capaz de verbalizar lo que siente y no es tan necesario llorar, patalear o tirarse al suelo para expresar su desacuerdo o frustración.
Debemos trabajar en hacerles entender que, si bien el desacuerdo existe en todos los ámbitos de la vida, deben a aprender a aceptar un no como respuesta, por más que les disguste.
La realidad es que debemos hacerles comprender que un berrinche no es la forma adecuada para realizar sus propósitos, mostrándonos firmes y dispuestos a repetir la orden. Debemos explicarle las razones de nuestras órdenes.
Es importante evitar caer en las amenazas, se debe reforzar la decisión con estímulos positivos. Intenta llegar a un acuerdo con el niño o explícale como te hace sentir sus berrinches.
En ultima instancia, si tu hijo no responde ante explicaciones ni acuerdos, hazte la sorda. Espera que el pequeño se calme y luego discute con él lo que paso. Hazlo en un lugar tranquilo y muéstrale las consecuencias que pueden traer sus actos.
Es cierto que tampoco debemos educar a nuestros hijos en completa sumisión, negándoles la razón de la orden y diciéndoles “porque lo digo yo”. Se trata de enseñar a nuestro pequeño a expresar el desacuerdo sin necesidad de agredir a nadie, ya sea física o verbalmente.
-
En la época actual, que esta catalogada como la era tecnológica. Muchos niños se… Leer más
-
A medida que los niños crecen es indispensable saber e inculcar lo que es… Leer más
-
No todo lo del suelo es caca, la frase más popular con la que… Leer más
-
Durante los primeros años de vida, los niños comienzan a familiarizarse con las nociones… Leer más
-
El Síndrome de Apert o Acrocefalosindactilia tipo I (ACS1), es una patología de origen… Leer más
-
A través del mito del Talón de Aquiles, los niños y niñas podrán darse… Leer más
-
El porteo no es solo una forma de llevar al bebé, sino que portear… Leer más
-
El síndrome Poland es una afección del músculo pectoral por su subdesarrollo o ausencia… Leer más