¿Qué es el meconio?

El meconio es el primer excremento del bebé al nacer. Y muchos padres se preocupan por su inusual color y olor.

Lo más común es que le recién nacido haga su primera deposición en las primeras 24 horas de vida y si los padres tienen oportunidad de verla, les surgirá la duda si es normal su apariencia.

Las primeras heces del bebé tienen una apariencia muy poco agradables. Nos sorprenderá ver que suele tener una textura pegajosa y de color negro verdoso.

Hay que saber que el meconio normalmente se depone una vez nacido el bebé esto se da en la mayoría de los casos, pero también es posible que si el parto se complica o es traumático puede deponerlo estando en el vientre de la mamá.

¿De qué se compone el meconio?

Los bebés deponen meconio hasta el tercer día de vida. Y es una caca muy difícil de limpiar, pegajosa, negra, pastosa y compacta.

El meconio está compuesto de varios elementos: los restos de líquido amniótico que el feto ha ido tragando durante la gestación, parte de células descamativas y moco, entre otras. Todas estas sustancias forman una masa negra-verdosa y compacta.

Tras la aparición del meconio, que es una deposición de transición, a partir del cuarto día la apariencia que tomen las heces del bebé van a depender de su alimentación.

Por ejemplo si su alimentación se base en leche en polvo se podrán observar heces de color amarillento o verdoso y semiformadas. Si el bebé es amamantado las heces entonces tomarán un color amarillento, las deposiciones serán más sueltas y granuladas.

¿Cuáles son los tipos de meconio?

Los tipos de meconio pueden clasificarse de acuerdo a su intensidad. Tiempo atrás se relacionaba al meconio que aparecía en el parto, con el rompimiento de bolsa y problemas a la hora de dar a luz.

Hoy ha cambiado ese concepto y se lo clasifica de la siguiente manera:

Meconio diluido: líquido de color amarillento

Meconio espeso y concentrado: es de color verdoso, de contextura espesa y escaso.

Cuando aparece el primer tipo , es decir el amarillento diluido, no supone mayor preocupación a la hora del parto.

¿Cuáles son las consecuencias para el bebé?

Si el meconio es espeso, puede haber complicaciones durante el parto, por la el llamado síndrome de aspiración meconial. Esto ocurre en un 3 por ciento de los partos y las consecuencias son la mortalidad del feto entre un 5 y un 20 por ciento.

El problema surge porque el feto, durante el embarazo, traga de manera constante líquido amniótico, lo orina dentro de la bolsa y lo vuelve a tragar. El liquido también está en el pulmón este se colapsa porque aún no tiene el desarrollo completo de un bebé, y no ingresa el líquido amniótico.

Entonces al nacer, al pulmón del bebé le ingresan secreciones y líquido amniótico, en su tráquea, garganta y bronquios. Cuando el liquido es claro no hay mayores inconvenientes pero si contiene meconio de color verdoso y es espeso se produce el “síndrome de aspiración meconial” porque el pulmón se irrita.

Cuando el pulmón se inflama o irrita pueden aparecer graves consecuencias y que no deja que el feto se oxigene de manera correcta.

Si se nota la existencia de meconio en líquido amniótico es fundamental consultar de forma urgente con un profesional médico para que evalúe si el feto se está desarrollando con normalidad y en caso contrario realice operaciones médicas pertinentes.

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