La intolerancia a la lactosa en el embarazo

En ocasiones el organismo no es capaz de generar una adecuada cantidad de lactasa. La cual es necesaria para la asimilación de la lactosa. Por lo que en las madres se puede producir intolerancia a la lactosa. Pero ¿A que se debe esta importante entidad?

Si deseas conocer un poco más acerca de este trastorno durante el embarazo, checa este apartado. Encontraras información relevante y acorde acerca de ello.

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

Se sabe que la lactosa es un tipo de azúcar contenida en la leche. Para su adecuada digestión es necesario una enzima específica, denominada lactasa. Esta se hace a cargo de este azúcar.

Así, la lactasa hace que la lactosa de la leche se divida en partes más pequeñas para poder ser absorbida. Cuando esta enzima no está presente en el organismo, se producen molestias durante la digestión de productos lácteos. La intolerancia es un problema digestivo que no se debe confundir con la alergia a la leche de vaca. En muchas ocasiones se relaciona con la perdida de esta enzima con la edad.

Sintomatología

Los síntomas variaran dependiendo del grado de intolerancia y además también pueden ser diferentes en cada persona. Las molestias pueden incluyen sensación:

• Hinchazón
• Náuseas
• Retortijones
• Diarreas

Intolerancia durante el embarazo

Durante eta etapa es necesaria una dosis alta de calcio, el cual es necesario para el desarrollo del bebé. Se conoce que los productos lácteos son una excelente fuente de calcio. Es por ello que, si piensas que, si padeces de intolerancia a la lactosa, es necesario acudir al doctor.

Luego de descartar alergias a los productos lácteos u otras enfermedades, como el colon irritable, hará ciertas recomendaciones. Entre ellas indicarte medicamentos que facilitaran la buena digestión de los productos lácteos, Así mismo podrá recomendar productos alternos como el yogur o queso.

Consejos en cuanto a la intolerancia a la lactosa

Si posees intolerancia a la lactosa, no quiere decir que no puedes tomar productos lácteos. Por el contrario deberás vigilar la cantidad que comes y cómo los comes.

• Consume leche desnatada, o semidesnatada, con una taza, como mucho, cada vez.
• Come yogur natural y queso bajo en grasa. El proceso de fabricación del yogur y de algunos quesos descompone gran parte de la lactosa, por eso son más fáciles de digerir.
• Come otros alimentos, como por ejemplo cereales, con la leche.

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