Para los padres que tienen varios hijos es importante saber cómo influye el orden de nacimiento de tus hijos con su personalidad. Cada uno crea su propia personalidad dependiendo del entorno en el que se cría.
Es importante centrarse en las diferencias que hacen que cada niño sea único, para ayudarles a destacar sus puntos fuertes y débiles, sin tener que recurrir a las comparaciones.
¿Cómo son los primogénitos?
El primer hijo, cuando nace, se convierte en el rey de la casa. Sus padres, incluso los primerizos, tienden a sobreprotegerlos, a perdonarlos fácilmente, crecen sintiendo que están en el centro de atención, así que se puede decir que tienen el liderazgo en la sangre.
Según los psicólogos, el orden de nacimiento con respecto a los hijos que nacen primero, son niños responsables y persistentes, y según las estadísticas, son los hermanos mayores los que ocupan grandes posiciones, como líderes empresariales, senadores y astronautas, lo que significa que tienden a ganar más que sus hermanos menores.
Son confiados, honestos, bien estructurados, cautelosos, exitosos, responsables, saben cómo comportarse y reflejan la versión en miniatura de sus propios padres.
A menudo los niños mayores tienen más en común con otros niños mayores que con sus propios hermanos.
¿Cómo son los segundos hijos?
Su comportamiento es una mezcla de ambos extremos, y eso es lo que los caracteriza: la falta de un papel claro. Como resultado, si no son ni los primeros ni los últimos en volver a casa, tienen mayores problemas de autoestima, pasan desapercibidos y son más introvertidos. Pero también son más astutos e independientes.
Profesionalmente, los hermanos de tamaño medio son más reticentes, lo que suele llevar más tiempo para encontrar su verdadera vocación y el área en la que se desarrolla su talento.
Por otra parte, crecer a la sombra de los hermanos que se han hecho cargo de la mayor parte de la atención también les hace más capaces de hacer frente, especialmente en las relaciones comerciales, la comunicación y la creación de redes.
En general, estos niños son personas que quieren complacer, son un poco rebeldes, tienen un gran círculo social, son tranquilos, comprensibles, cooperativos, flexibles, competitivos y tienen dificultad para definir los límites.
Los segundos hijos sienten que no han recibido la atención necesaria de sus padres, por lo que tratan de llenar este vacío con un grupo de amigos.
¿Cómo son los hijos menores?
A menudo están en desacuerdo con el orden establecido, especialmente cuando se trata de ser el último eslabón de la cadena. Aqui definitivamente influye el orden de nacimiento.
Generalmente son los más pequeños de la casa, tanto en edad como en tamaño, enfrentando su debilidad con un carácter más fuerte, con algo de rebeldía. Son más carismáticos y ligeramente más salvajes que sus mayores.
Muchos padres con más experiencia están más relajados con su educación y el contacto de su hijo con el mundo. Esto los hace más intuitivos que sus hermanos y hermanas mayores; también son más alegres, a veces incluso más dulces.
La fuerza no les sirve, por lo que desarrollan una cierta comprensión para al menos ganar batallas dialécticas o para llamar la atención sobre cosas más allá de su tamaño.
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