Hay maneras de saber si se ha roto aguas o si se rompió la fuente, como le llaman algunas mujeres. Pero también hay que decir que algunos bebés nacen con el saco amniótico intacto.
A veces las membranas se rompen antes de que la mujer entre en trabajo de parto y la mayoría de las mujeres entran en trabajo de parto espontáneamente dentro de las 24 horas.
Si ha roto aguas antes de la semana 37 de embarazo, se habla de una ruptura prematura de las membranas. En este caso, es necesario ir a la sala de emergencias inmediatamente, ya que puede ser grave tanto para la madre como para el bebé, ya que el bebé aún no está listo para dar a luz.
Si pasa esta semana, la ruptura es normal y lo único que hay que hacer es comprobar que la fuga es normal y prepararse para ir al hospital.
La ruptura de agua se produce por la pérdida de líquido que se produce cuando se rompe el saco amniótico, aunque no se trate de agua sino de líquido amniótico, un líquido que rodea y amortigua al feto en desarrollo dentro del saco amniótico y que está compuesto por proteínas, carbohidratos, lípidos y fosfolípidos, urea y electrolitos.
Algo más sobre haber roto aguas
Cuando se ha roto aguas, la membrana se rompe y permite que el líquido se escape. No duele en absoluto y generalmente se puede notar un hilo de líquido que baja por las piernas, por lo que algunas mujeres pueden confundirlo con un escape de orina. A veces las mujeres pueden sentir que el líquido sale a chorros. En este caso el desgarro es obvio.
Cuando la futura madre se levanta o se sienta, la cabeza del bebé generalmente bloquea el flujo de líquido y actúa como un tapón si el desgarro está cerca del cuello uterino. Pero si la hernia es más alta, el tapón será más abundante en estas posiciones.
Veamos cómo distinguir entre la ruptura de agua y la incontinencia y cuándo hay que ir urgentemente al hospital.
Ruptura de agua contra la pérdida de orina
Debido a que la incontinencia urinaria es tan común durante el embarazo, es probable que muchas mujeres se enfrenten a un goteo de líquido caliente que fluye lentamente por sus piernas, piensen que es orina. Pero hay maneras de notar la diferencia.
- Use un hisopo o una toalla blanca para absorber el líquido. Mírelo y huélalo: el líquido amniótico suele ser incoloro y la orina será ligeramente amarillenta. No olerá a orina (huele mucho más dulce, no amoniacal).
- Si encuentra que la fuga no es orina, mire el color del líquido amniótico. Si es transparente, podemos ir a la maternidad con relativa facilidad. En cambio, si el color es verde, amarillento o sanguinolento, debemos ir al hospital inmediatamente.
- Es bastante improbable que el líquido muestre rastros del mismo, ya que la transferencia de meconio al líquido amniótico se produce entre el 5 y el 20% de todos los nacimientos, especialmente en los partos obsoletos.
- Cuando el embarazo ha pasado las 37 semanas y el líquido es normal, el bebé está listo para nacer y por lo general entra en trabajo de parto temprano, dentro de 12-24 horas.
- Recuerde que si la fuente no se rompe espontáneamente, en algunos casos, cuando esté en el hospital y se llegue a la fecha prevista de parto, es posible que tenga que someterse a una ruptura artificial.
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