Sabemos que los ejercicios físicos y moderados, siempre supervisados por un profesional médico, son ideales para la mujer embarazadas. Y el shiatsu es ideal para hacerlo durante el embarazo.
Hacer natación, caminar, pilates o yoga son muy buenos para las futuras mamá. Pero en los últimos años ha gando protagonismo, por sus grandes beneficios, el Shiatsu. Se lo puede definir como una terapia manual originaria de Japón y que tiene el poder de generar equilibrio en las emociones, y serenidad a la mente y al cuerpo.
Índice
¿Qué es el shiatsu?
Como indicamos, es un aterapia japonesa que no solo armoniza el cuerpo de la madre sino también el de su bebé. También es beneficioso para la salud porque en el momento del parto, contribuye para aliviar el gran dolor que siente la mujer, principalmente en la espalda.
El shiatsu actúa aumentando la conciencia corporal, y uniendo esta conciencia a las emociones. También es un gran estimulador del desarrollo sensorial del bebé, que empieza a adquirir experiencias físicas y mentales a través de la madre.
¿Cuáles son los beneficios del Shiatsu durante el embarazo?
Más allá de armonizar a la futura madre y al bebé, esta terapia aporta importantes beneficios, como prevenir los problemas típicos del embarazo:
- Náuseas
- Vómitos
- Los dolores de espalda
- Problemas digestivos
- Insomnio
- Edemas
- Calambres en las piernas
- Estreñimiento
- Devuelve la vitalidad al cuerpo de la embarazada
- Mejorar la fluidez de la circulación sanguínea
Otros de los beneficios es que también puede ayudar al bebé a girarse, en caso de presentación de nalgas. En resumen, el shiatsu ayuda a que la embarazada disfrute de una mejor calidad de vida y de un mayor bienestar en estos meses únicos e irrepetibles.
¿Cómo actúa el shiatsu durante el embarazo?
Va a depender del período de gestación en el que se encuentre la mujer. El terapista no siempre sigue una misma rutina de masajes, sino que con sus propias manos “escucha al receptor”
En el shiatsu el cuerpo de la mujer dicta qué tipo de estiramientos o movilizaciones que deben hacerse, qué meridianos se deben trabajar y con qué tipo de energía debe hacerlo.
La energía del cuerpo varía de manera constante y es el terapeuta el que interpreta esos cambios. Las sesiones recomendadas varían según cada mujer, pero en líneas generales se suelen recomendar una sesión al mes desde la concepción hasta la semana 32 de gestación.
A partir de esta semana, es conveniente realizar una sesión cada 15 días, pues, en esta fase del embarazo, ya se puede observar cómo se va colocando el bebé, y se le puede ayudar a girarse, en caso de que se lo necesite.