Existen algunos riesgos en el embarazo pero ¿Cuál es el riesgo de sufrir un ictus en el embarazo? Conoce los factores que influyen y como tratarlos en la edad gestacional.
Un derrame cerebral o ictus es una enfermedad de los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se llama derrame cerebral. Esto sucede cuando los vasos sanguíneos que llevan la sangre al cerebro se rompen o se bloquean por un coágulo u otra partícula.
El resultado de esta fractura o bloqueo, es que parte del cerebro no recibe un flujo de sangre adecuado. Como consecuencia, las células nerviosas en el área afectada del cerebro no reciben oxígeno. Por lo que no pueden funcionar y mueren después de unos minutos.
Aunque los porcentajes siguen siendo bajos, los accidentes cerebrovasculares entre las mujeres embarazadas han aumentado significativamente en los últimos años. Esto es según investigadores estadounidenses, que llevaron a cabo una investigación en más de 1000 hospitales de Estados Unidos entre 1994 y 2007.
Los ictus durante el embarazo han aumentado en un 47% en las mujeres en gestación y en un 83% en las mujeres que han tenido un bebé en las últimas 12 semanas. Las tasas más altas de hospitalización se reportaron entre las mujeres de 25 a 34 años de edad.
Se plantea la cuestión de las razones de este aumento, que se explica por el hecho de que cada vez más mujeres embarazadas tienen algún tipo de factor de riesgo, como la obesidad, la hipertensión o la diabetes.
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¿Qué desencadena las posibilidades de sufrir un ictus durante el embarazo?
Durante el embarazo y el parto, las mujeres experimentan cambios graves en el cuerpo como resultado de factores de riesgo como el derrame cerebral. Un derrame que lleva a la pérdida de la función cerebral debido a la interrupción del flujo de sangre al cerebro.
Durante el embarazo, el volumen de la sangre se duplica, los factores de coagulación cambian a un estado procoagulante, el sobre esfuerzo del corazón, los cambios en la presión arterial, lo que lleva a un mayor riesgo de accidente cerebrovascular o ictus.
El embarazo puede multiplicar el riesgo de accidentes cerebrovasculares, ya que las mujeres en esta condición están más expuestas al desarrollo de nuevas enfermedades, a las complicaciones de algunas patologías preexistentes, así como al riesgo de recaída.
En particular, 30 de cada 100.000 mujeres embarazadas pueden sufrir un derrame cerebral, el 22% de las cuales quedan discapacitadas de por vida. Además, esta patología es la causa del 12% de las muertes de mujeres embarazadas.
Tercer trimestre, más posibilidades de ictus
El tercer trimestre del embarazo es cuando la inmunidad de la madre decae más y existe el mayor riesgo de una infección neurológica. La meningitis, especialmente la meningitis bacteriana causada por neumococo y listeriosis, es muy peligrosa durante el embarazo porque puede volverse más severa y causar la muerte tanto de la madre como del feto, como destacan varios especialistas en neurología, psiquiatría, ginecología y obstetricia.
Sin embargo, su prevalencia es baja, 0,5 por cada 100.000 mujeres, pero las tomografías computarizadas y el diagnóstico de la punción lumbar son cruciales para hacer un diagnóstico entre la meningitis viral y la bacteriana.