Una vez que tu hijo comience con los alimentos semisólidos podrás probar una gran variedad de recetas como la de puré de pescado y vegetales, cuando tu bebé tenga 10 meses será el momento adecuado para darle pescado a tu bebé.
El puré de pescado y vegetales le aporta a tu hijo todos los nutrientes que necesita para tu optimo desarrollo, el pescado es una rica fuente de proteína, ácidos grasos de tipo omega que le ayudaran a desarrollar su cerebro y visión.
Por su parte los vegetales le sumaran hierro evitando que tu bebé desarrolle anemia, ademas de vitaminas, minerales que se encararan de mantener a tu niño sano mientras crece.
Puré de pescado y vegetales
Ingredientes para preparar puré de pescado y vegetales
Esta receta puede variar un poco, llega a ser muy versátil y puedes ir probando con ingredientes diferentes por si tu bebé la rechaza en algún momento.
Para puré de pescado y vegetales es recomendable usar pescado blancos de sabor suave como la merluza, lenguado, corvina, pescadilla o lubina.
- 200 gr. de pescado blanco de sabor suave como los antes mencionados.
- 2 patatas o camote.
- Calabacín o calabaza.
- 1 zanahoria.
- Puerro.
- 1 tomate.
- Aceite de oliva.
- Perejil.
- Sal (opcional).
Puré de pescado y vegetales
Preparación
Para preparar el puré de pescado y vegetales para bebés se debe lavar y pelar los vegetales, trocearlos ayudara a cocerlos mejor.
- En una olla agrega el aceite de oliva, espera a que caliente y añade los vegetales para saltearlos, luego de unos minutos añade el agua y deja hervir por alrededor de 15 minutos para que ablanden los ingredientes.
- A continuación añadirás el pescado una vez los vegetales se encuentren blandos, luego de cocer por alrededor de unos minutos podrás retirar del fuego y llevar la preparación a un procesador de alimentos o licuadora.
- Cuando tengas el puré listo debes regresar lo a la olla para cocinar por algunos minutos más, podrás añadirle sal y perejil para darle el toque final.
Tu puré de pescado y vegetales esta listo para comer inmediatamente, también puedes refrigerarlo para después.
Para mantenerlo por más tiempo es recomendable congelarlo pero en este caso se debe omitir el tomate ya que no se conserva.
Una vez congelado se mantiene por tres meses, cosa que cuando lo vayas a usar solo lo debes pasar a la nevera para que descongele poco a poco y luego con el microondas.