Niños ariscos o poco cariñosos

A veces los adultos se quejan de los niños ariscos o poco cariñosos, o de los niños que tienen dificultades para expresar sus sentimientos. Son desagradables y ariscos o simplemente niños no queridos a los que les resulta difícil expresar sus sentimientos.

Tienen dificultad para expresarse a través de abrazos, besos o gestos y palabras de sentimientos. Piensan que todo está mal y que todo lo que se les pide que hagan debe ser negociado.

La energía es una necesidad para nosotros, de construir relaciones con otras personas. Desarrollar una afectividad positiva en los niños les ayudará a fortalecer su autoestima, a disfrutar de un buen equilibrio emocional, a tener más seguridad y a sentirse protegidos por sus padres.

No todos los adultos muestran sentimientos de la misma manera. Hay adultos que muestran más sentimientos que otros, incluso hay personas que no son emocionales y no evitan el contacto efectivo con las personas que los rodean. Bueno, al igual que los adultos, no todos los niños son igual de emotivos y cada niño muestra su amor por los demás de una manera diferente.

Los padres y las madres a menudo se quejan de que sus hijos son ariscos o no tienen amor, pero ¿están estos padres y madres demostrando emociones por sus hijos?

¿Nacen o se hacen a los niños ariscos o poco cariñosos?

La personalidad de un niño consiste en su temperamento y carácter. El temperamento es hereditario y el carácter es el resultado de la experiencia y el aprendizaje de un niño.

El temperamento es en parte responsable de las diferencias en el comportamiento de los niños. Todo esto con respecto a la emotividad y la irritabilidad. Por lo tanto, no todos los niños se comportan de la misma manera al nacer.

Sin embargo, el carácter es el resultado del impacto de la educación y del contexto social en el que el niño crece y se desarrolla. Por lo tanto, podemos confirmar que el personaje fue creado, es decir, que el niño adquiere ciertos comportamientos basados en lo que observa en su entorno inmediato (en casa). Si el niño recibe afecto y afecto desde su nacimiento, el niño aprende e interioriza este comportamiento.

Varios estudios han confirmado que lo que el niño aprende desde su nacimiento (carácter) es más importante e influyente que lo que hereda (temperamento). Por lo tanto, como padres, debemos tratar de mostrar a los niños amor y afecto para que puedan desarrollar un sentido de afecto.

¿Debemos preocuparnos de que nuestro hijo no sea emocional?

No, tenemos que asegurarnos de que mostramos amor y afecto al niño. Que el niño aprende gradualmente lo importante que es ser emocional y cómo debe relacionarse con los demás.

Lo más importante es que los padres traigan el grano de arena y unan sus fuerzas para hacer que los niños sean amigables y tiernos.

A veces, los padres tienen expectativas sobre el comportamiento del niño que no se corresponde con la realidad. Los niños no siempre son tan sensibles como nos gustaría que fueran.

Tenemos que aprender a respetar su forma de interacción y simplemente asegurarnos de que les damos mucho amor y afecto.

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