Muchas parejas en todo el mundo no pueden tener hijos de manera natural y se deciden a utilizar las denominadas técnicas de reproducción asistida. La inyección intracitoplasmática de espermatozoides o IIE es una de ellas.
Es importante que un especialista en fertilidad pueda evaluar si la pareja está en condiciones de poder utilizar esta técnica de fertilización. Si la respuesta es positiva deberá realizarle distintos estudios médicos a los integrantes de la pareja y explicar los pasos del procedimiento.
Índice
¿Qué es la inyección intracitoplasmática de espermatozoides?
Esta técnica de fertilidad es empleada cuando los espermatozoides tienen dificultad para nadar hacia el útero. Es decir cunado tienen poca motilidad, o daños en los conductos encargados de transportar el semen o debido a un vasectomía.
En la IIE se inyecta un solo espermatozoide directamente en un óvulo. La IIE se utiliza con la fertilización in vitro. Por medio de esta técnica anualmente nacen en los Estados Unidos, más de 17.000 bebés.
¿Cuándo puede utilizarse esta técnica de fertilización?
Esta opción para que la mujer quede embarazada puede ser utilizada cuando:
- No hay esperma en el semen
- Si el varón tienes un recuento bajo de espermatozoides
- Cuando los espermatozoides tienen poca motilidad
- Si el esperma tiene anormalidades en su forma
- En caso de que exista daño o ausencia de uno de los conductos deferentes (los tubos que transportan el semen desde los testículos al pene).
- Cuando se practicó una vasectomía
- Si hubo problemas durante la fertilización in vitro
¿En qué consiste el tratamiento?
Los pasos que se siguen generalmente son los siguientes:
Recolección de esperma: el varón produce una muestra de semen y el especialista recolectará el esperma de la muestra haciendo que coincida con la recolección del óvulo de tu pareja. Otra opción es congelarlo o hasta que los óvulos de la pareja estén listos para la fertilización.
Puede hacerse una microcirugía: será necesaria solamente cuando no haya suficiente esperma en la eyaculación. Por lo general, estos procedimientos se hacen con anestesia local y la recuperación no es dolorosa.
Una muestra de tejido cuando sea necesaria: se hará cuando la microcirugía no funciona. El médico deberá hacer una biopsia del tejido testicular, el cual puede contener esperma.
La recolección de óvulos: la mujer recibirá inyecciones de gonadotropinas, un medicamento para aumentar la fertilidad con el fin de estimular sus ovarios para que desarrollen varios óvulos maduros para la fecundación.
Fertilización: se deberá inyectar los espermatozoides, uno por uno, directamente adentro de cada uno de los óvulos. Tres días más tarde, cada uno de los óvulos fecundados formará un embrión.
Transferencia de embriones: se colocará entre uno y cinco embriones en su útero.
Crecimiento del bebé: si el procedimiento tiene éxito, se implantará un embrión en la pared uterina de tu pareja, que se desarrollará hasta convertirse en un bebé.
Una vez colocados los embriones, la mujer podrá hacerse la prueba de embarazo para evaluar el resultado de esta técnica de fertilización.