Por lo general es común sufrir al menos una fractura en nuestro crecmiento. Sin embargo, siempre se debe tener cuidado con estas fracturas, ya que pueden empeorar si no tienen los cuidados necesarios. Hoy hablaremos sobre la fractura en tallo verde en niños, cómo suceden y cómo tratarlos.
Fractura en tallo verde en niños
Debido a que los huesos de los niños están en crecimiento tienen más flexibilidad y pueden ser más propensos a tener alguna fractura. Para empezar el término “fractura en tallo verde” se suele usar para hablar sobre una fractura que no atraviesa todo el hueso, sino que solo se quiebra por un lado y lo que se produce es similar a las ramas que se quiebran.
Las fracturas en tallo verde se producen principalmente en bebés o niños pequeños, sin embargo, a veces puede ocurrir en niños en sus primeros años de adolescencia y preadolescencia. Esto ocurre porque los niños tienen los huesos mucho más blando y más flexible en comparación a los adultos.
Una fractura de tallo verde es uno de los cuatro tipos de fractura incompleta caracterizada por una curvatura visible en un hueso que causa una ruptura en el lado opuesto. Son diferentes de las fracturas que son causadas por el impacto, o fracturas de arco en las que la flexión de un hueso hace que se rompa.
Aunque una fractura de tallo verde puede resultar de una caída o un impacto en el antebrazo, el patrón de fractura a menudo sugiere una flexión o contorsión de una extremidad. Esto puede surgir cuando el brazo de un niño se tuerce con demasiada fuerza, ya sea intencionalmente o no.
Una fractura de tallo verde puede ser muy dolorosa. Los niños mayores suelen agarrar la extremidad lesionada o la parte del cuerpo para protegerla. También se debe tener en cuenta si se presentan hematomas e hinchazón localizados.
¿Cuál es el tratamiento para una fractura en tallo verde?
El tratamiento de una fractura en tallo verde depende de varios factores, por ejemplo:
- La edad del niño.
- La gravedad de la ruptura.
- La ubicación de la ruptura.
En algunos casos, la fractura deberá doblarse y reposicionarse en un procedimiento llamado reducción de fractura. Es posible que se necesite un anestésico ya que el médico realinea manualmente el hueso del niño en la posición correcta.
Después de la reducción, se aplicaría un yeso o una férula para estabilizar el hueso y mantener su alineación adecuada. Dependiendo de qué tan rápido se cure la fractura, puede ser necesario un yeso durante algunas semanas, un mes o tal vez más.
Para las lesiones que involucran la muñeca, una férula removible tiende a funcionar mejor ya que permite un movimiento razonable a medida que el hueso comienza a sanar. Esto puede evitar el endurecimiento y la restricción del movimiento que puede ocurrir cuando la muñeca está completamente inmovilizada.
Ante cualquier caída de tu hijo, es recomendable que lo lleves a que lo revise un profesional, de esta manera estarás cuidando su salud.