15 consejos para dar pecho en público

Generalmente, a la hora de lactar al bebé es un poco incómodo, puede generar inquietudes tanto a la madre como al público, por el mero hecho de mostrar el pecho en pleno lugar donde nos encontramos. En este artículo traemos los mejores consejos que debes tomar en cuenta para la hora de dar pecho en público, para así evitar esas malas miradas cuando estés de paseo y tengas que alimentar al pequeño.

1-. La ropa adecuada para amamantar es la clave

La ropa muy ajustada con cuellos altos que sean difícil de desprenderse, suele ser muy incómodo a la hora de amamantar. Evitar usar prendas como estas como también cualquiera que no sea fácil de bajar las mangas y/o enseñar el pecho para poder amamantar.

2-. Lleva alguna manta o cobija contigo siempre

Las mantas siempre te ayudarán a la hora de amamantar ya que puedes tapar tu pecho de forma moderada ante el público.

3-. Lleva siempre pañales de tela en tus bolsillos o mochila

Uno de los efectos incómodos que trae el amamantar al bebé es cuando tus pechos están llenos de leche y puedes embarrar tu ropa de ello. Mantén siempre en tu bolso o bolsillo un pañuelo, para cuando sientas un “bajón” de leche, colocarte esto debajo del sostén para evitar pegar el mal olor de la leche.

4-. Identifica las salas de lactancia

Muchos centros comerciales y locales tienen una calcomanía distintiva donde te señala que puedes amamantar al bebé de forma liberal.

5-. El tiempo para dar el pecho es importante

Muchas veces, cuando nos toca realizar diligencias o tareas importantes y el bebé llora por querer pecho, no le damos el tiempo suficiente para que se alimente bien. El tiempo recomendado por pecho son 15 minuto mínimo.

6-. Lleva siempre lo necesario

Evita usar bolsos grandes a la hora de llevar la pañalera. A veces, es preferible en vez de usar la pañalera usar morrales grandes para así llevar tus cosas y las del bebé. De esta forma, evitarás que las cosas se pierdan en los sitios públicos.

7-. Las camisetas son las preferidas

A la hora de amamantar en público, estas son perfectas ya que puedes levantarla sin problema alguno, no exhibes tu pecho, y puedes tapar al bebé de forma moderada con el mismo material.

8-. Evita estar en lugares con mucho ruido que puedan molestar al bebé

Los ruidos suelen hacer que el bebé no coma tranquilamente, provocando irritación, y en algunos casos, gases y/o atragantamiento.

9-. Evita amamantarlo de pie

De esta forma, puedes lesionarte la columna por amamantar de manera inadecuada.

10-. Acomódate donde estén el bebé y tú cómodos

Recuerda que amamantar no es un hecho pecaminoso, por lo que a la hora de comer siéntate de forma cómoda, sitúa al bebé de una forma que pueda succionar bien y así, taparte sin poder interferir con el alimento del pequeño.

11-. Asegúrate cuando te cubras que el bebé succione de forma adecuada y que tenga buen agarre

Muchas veces por estar preocupadas por exhibir el pecho, muchas madres se colocan en una posición que el bebé no puede succionar bien, por lo que no se alimenta de forma adecuada y puede ponerse irritante por ello.

12-. Los sitios turbios para amamantar pueden perjudicar al bebé

Recuerda que el proceso de deglución del bebé, aún no está del todo desarrollado. Por eso, debes evitar amamantar en lugar que puedan tener muchas distracciones para tu bebé. Ya que si el bebé se distrae, podría atragantarse.

13-. Lleva siempre agua contigo

Cada vez que la madre amamanta al niño, expulsa mucha agua del cuerpo. Por lo que es esencial llevar siempre agua para mantenerte hidratada.

14-. Evita discusiones cuando estés amamantando

Recuerda que los sentimientos se lo transmitimos al bebé, por lo que si te encuentras en un ambiente turbio o te encuentra alterada, espera un poco antes de darle el pecho al bebé.

15-. Amamantar no debe de avergonzarnos

Por último, pero no menos importante, es que debemos aceptar que amamantar es un arte. Estamos alimentando por nuestro cuerpo a nuestro bebé. No solo lo realizan nosotros los humanos, sino otros seres vivos. Por lo que no debemos por qué avergonzarnos a la hora de amamantar.